miércoles, 26 de diciembre de 2007

A Decorar....

Lidia y Jose eran dos hermanos mellizos.
Lidia era muy morena de pelo y blanca de cara, con ojos grandes, al contrario de su nariz y sus labios. Jose era de piel pálida y tenía los mismos rasgos faciales que su hermana.Su vestimenta era el uniforme del colegio “Aranjuez”, lógico puesto que vivían en Madrid, siendo más exactos en Aranjuez en el año 2007. Tenían 10 años.
Una mañana de lo más normal Lidia despierta en su cama junto con sus 3 perritas: Estrella, Blancanieves y Ariel. Su habitación es rosa y está rodeada de libros de fantasía y de películas de princesas. Las colchas y la alfombra eran de hadas y unicornios.
Jose despierta en su cama junto con sus 3 perros: Rock, Roll, y Rocki. La habitación es negra. Jose duerme en el cuarto piso de una fila de literas porque las 3 anteriores están ocupadas por una batería, una guitarra eléctrica y un teclado. Sólo tiene un libro que pesa mas que el y que tiene por título “Cómo ser guay”. Las paredes están decoradas con posters macarras y heavys.
Podría decirse que Jose y Lidia eran antónimos.
Cuando bajan, dan un beso a su madre Pilar pero a su padre Javier no puesto que es arquitecto y entra pronto a trabajar.
La cocina de los Velásquez es de mármol blanco, grande y con una pequeña mesa de madera donde nuestros protagonistas comienzan a desayunar.
Ya han llegado al colegio. Allí la profesora Rebeca les dice que dentro de una semana será el festival de Navidad y se hará un sorteo para decidir de qué se encargará cada alumno.
En el recreo nuestros principales personajes cogen un papel del saco a la vez: Lidia grita ilusionada ¡decoración! y Jose dice ¿yo? ¿con Lidia? ¡qué peste!
Comienzan a ponerse manos a la obra y por la tarde Lidia presenta su idea: forrarían el lugar del acto de rosa, habría colgantes de hadas y unicornios, pintarían las uñas de rosa con estrellitas y en el escenario habría un tocador para maquillarse y peinarse.
Su hermano respondió con un no rotundo a la propuesta de Lidia y presentó su idea: forrarían el lugar de negro y parecería que chorreaba sangre, dibujarían en el escenario estrellas del rock y el estaba dispuesto a peinar a los chicos con gomina y teñirles el pelo con spray.
Lidia dijo que no.
De repente se les ocurrió una idea que se dijeron al escucho y decidieron que sería sorpresa.
Una semana después Lidia sale de la ducha, se viste con un vestido rosa con puntos blancos, se pone una diadema a juego del vestido, se perfuma con su colonia “Princesa”y se maquilla con un brillo de labios y sombra de ojos; Jose se pone unos pantalones anchos y negros, una camiseta roja, unos spays negros y grandes, una visera naranja y se echa gomina.
Sus padres les llaman puesto que se dirigen a la fiesta.
Cuando llegan y ven como les ha quedado el lugar los dos se dan una palmada (invención de Jose) y dicen “o sea” (idea de Lidia)
El lugar estaba forrado de rosa y negro, regalaban collares de calaveras, te maquillaban pero de drácula, las uñas las pintaban de negro, había colgantes de hadas con guitarras eléctricas, había muñecos de unicornios que escupían sangre, y a la entrada había una muñeca que le dabas la mano y se le caía. El director les felicitó por aquella mezcla de gustos.
Desde entonces Lidia va a batería con Jose y éste con Lidia a ballet.

4 comentarios:

Insanity dijo...

Me encantó! Un bonito cuento de fin de año, un regalo que hace sonreír :)
Y sabes qué? Si, lo sabes...vine a darte un abrazo inmenso para expresarte así mis ganas de que estès muy feliz siempre, junto a las personas que amas.
Mi abrazo para ti.
Ah, me alegra mucho volver a leerte :)
In

Mario dijo...

Muy chulo, Beatriz. Jeje, los protagonistas me recuerdan a Pablo y a ti, pero con algunos perros más.
Un beso.

Anónimo dijo...

A mi también me recuerda vagamente a alguien esa parejita de hermanos. Espero que no nos tengas tanto tiempo esperando tu próxima historia, me encanta leerte. Un besote.

Anónimo dijo...

Me encanta la mezcla de estilos. Tiene que ser espectacular ver a Lidia bailar en puntas al son de la batería de Jose.
Es una historia muy bonita. Debéríamos imitar a esos hermanos ¿verdad?
Un beso muy fuerte.