domingo, 8 de julio de 2007

Una Historia Misteriosa (Capítulo III)

Lorosius fue a contarles lo que ocurría a la aldea de la imaginación. Claro está que preguntó si alguien sabía quien era. De entre toda esta multitud apagada, un elfo hermoso se levantó. Lorosius asombrado le preguntó:-¿ tú, jovencito, sabes quién es?
-claro, habité muchos años con ella.
-bueno, lo primero de todo es que para confiar en ti debes decirme tu nombre
-mi nombre es Pablo, hijo de Rosario y Gabriel.
Así pues Lorosius y Pablo montaron en un dragón prestado llamado Sertus con escamas de un color negro más o menos. Pablo le dijo a Lorosius que el lugar en el que habitaba la reina no era muy agradable. Para empezar aquel pueblecito era de lo más raro que se podía haber visto, dado que sólo era mágica la casa en la que vivía nuestra supuesta reina, habían cortado todos los árboles para construir pisos horrendos…
Qué barbaridad pensó Lorosius, ¿cómo dices que se llama ese pueblo?
Pablo contestó: Parbayón .
Después de un largo viaje llegaron a una casa bastante bonita.
Llamaron a la puerta donde un señor les abrió la puerta y todo emocionado junto con su esposa dijo: Pablo, hijo, sabíamos que volverías. Si quieres verla tu hermana Beatriz está en su habitación. Pablo añadió: sí, me encantaría, subiré con mi amigo Lorosius.
Cuando llegaron a la planta superior, en el pasillo había cuatro puertas, ellos entraron por la adecuada. Allí, en la cama, había una chica que pareció sorprendida al ver a Pablo:
-¿qué haces aquí?
-te necesitamos.Mi aldea está destrozada, las hadas, los duendes, los elfos como yo,todos hemos perdido nuestros poderes
-pero para ello necesitáis a la reina de la fantasía
-pero tu eres la reina ¿no?
-te equivocas; yo soy la princesa elegida. Para ser reina necesito que mi hermano me corone
-eso está hecho, mujer.
Pablo, también conocido como el héroe desde este día, consiguió coronar a la princesa y ésta solucionó la terrible fuga y de paso se fue a vivir con Pablo


Pdt: dedicado a mi hermano porque el sabe lo que es la imaginación y la fantasía de verdad, y porque le quiero mucho