lunes, 18 de enero de 2010

PUNTO Y...¿FINAL?

Todo fue demasiado rápido.
Más que un suspiro,
que un parpadeo.

Demasiado extraño
para expresar lo que siento.

Tan silencioso
que no me dí cuenta.

Tan común
que a nadie le importa.

Fue como cerrar los ojos
y darte cuenta de que ya ha amanecido.

Simplemente terminó.
No hay nada que pueda impedirlo,
nada que pueda evitarlo.

Las cosas son como son
y hay que aceptarlas.

Aceptar que duró lo que tenía que durar.
Aceptar que debes despedirte.
Aceptar que “la vida” sigue,
aunque nadie sabe dónde.